La Plaza Mayor de Segovia -corazón de la ciudad- es fruto de la política urbanística del siglo XVII. Vio modificado su aspecto a causa del hundimiento de la iglesia de San Miguel, acaecido en 1523. La iglesia, que estaba situada en el centro de la Plaza, donde se encuentra el quiosco actualmente, daba origen a tres plazuelas. Se reedificó en un lateral de la misma en 1532, lo que ha dado al ágora segoviana su forma actual, sobre todo por la construcción de la Catedral, que se inició en 1525, después de la destrucción de parte del barrio judío. El desplazamiento de la Iglesia de San Miguel completó ese gran cambio. La iglesia, de estilo gótico, conserva elementos románicos del templo primitivo en cuyo atrio se celebró la proclamación de Isabel la Católica como Reina de Castilla en 1474.
La ordenación trazada por Brizuela en 1623 hace que la plaza esté dominada por la presencia del Ayuntamiento (1610), con fachada de granito, torres con chapiteles de pizarra y reloj con campanas. Poco a poco se empezaron a construir las casas a su alrededor, hasta completarse con uno de los edificios más emblemáticos de la plaza, el Teatro Juan Bravo, construido en 1917.
Denominada Mayor desde 1461, pasó a llamarse Plaza de la Constitución en tiempos de la Restauración Borbónica. Después de la guerra civil pasó a llamarse plaza de Franco y, con la democracia, Plaza Mayor.
Fue a finales del siglo XIX cuando la plaza tomó vida llenándose de fondas, hoteles, cafés y comercios. También se incorporó el quiosco de música en 1896, diseñado por Joaquín de Odriozola.